El
saber es la parte más considerable de la felicidad (Sófocles,
dramaturgo griego, 496-406 a. C.).
La
felicidad no necesita de ningún bien exterior, sino que se basta a
sí misma (Aristóteles,
filósofo griego, 384-322 a. C.).
La
felicidad consiste en unir sabiamente la virtud, la contemplación y
los bienes exteriores (Aristóteles, filósofo griego, 384-322 a.
C.).
La
felicidad, no consiste en tener mucho, sino en necesitar poco
(Aristóteles, filósofo griego, 384-322 a. C.).
Felicidad
es no necesitarla
(Séneca, filósofo latino, 4 a. C.-65 d. C.).
La
verdadera felicidad no consiste en tenerlo todo, sino en no desear
nada (Séneca, filósofo latino, 4 a. C.-65 d. C.).
La
felicidad sólo puede ser hallada en el interior (Epicteto, filósofo
griego, 55-135).
La
felicidad consiste en la conformidad con la suerte y en querer lo que
se es (Erasmo de Rotterdam, escritor holandés 1466-1536).
No
está la felicidad en vivir, sino en saber vivir (Diego Saavedra
Fajardo, diplomático español, 1584-1648).
La
felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le
queda a uno (Blaise Pascal, filósofo francés, 1623-1662).
El
mayor secreto para la felicidad, es estar bien consigo mismo (Bernard
le Bovier de Fontenelle, escritor francés, 1657-1757).
Buscamos
la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su
casa, sabiendo que tienen una (Voltaire, seudónimo de Francois Marie
Arouet, escritor francés, 1694-1778).
La
felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de
suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que
ocurren todos los días (Benjamin Franklin, filósofo estadounidense,
1706-1790).
Pasa
con la felicidad como con los relojes, que los menos complicados son
los que menos se estropean (Nicolás de Chamfort, seudónimo de
Nicolás Sébastien-Roch, escritor francés, 1741-1794).
No
son las riquezas ni el esplendor, sino la tranquilidad y el trabajo,
los que proporcionan la felicidad (Thomas Jefferson, político
estadounidense, 1743-1826).
La
verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase
(François René de Chateaubriand, escritor francés, 1768-1848).
Hay
solamente un error congénito y es la noción de que existimos para
ser felices (Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, 1788-1860).
Vivir
para los demás, no es solamente una ley de deber, sino también una
ley de felicidad (Auguste Comte, filósofo francés, 1798-1857).
¡Dejadme
escapar de la mentirosa y criminal ilusión de la felicidad! Dadme
trabajo, cansancio, dolor y entusiasmo (George
Sand, seudónimo de Amandine Aurore Lucie Dupin, novelista francesa,
1804-1876).
Solo
hay una felicidad en la vida: amar y ser amado (George
Sand, seudónimo de Amandine Aurore Lucie Dupin, novelista francesa,
1804-1876).
Los
proyectos de felicidad son, tal vez, la única felicidad de este
mundo (Alfred de Musset, poeta francés, 1810-1857).
Las
mujeres más felices, al igual que las naciones más felices, no
tienen historia (George Eliot, seudónimo de Marian Evans, novelista
inglesa, 1819-1880).
El
secreto de la felicidad no es hacer siempre lo que se quiere, sino
querer siempre lo que se hace (León Tolstói, novelista ruso,
1828-1910).
Si
un hombre ha nacido con un carácter no dotado para la felicidad,
nada le puede hacer feliz; si ha nacido para ser feliz, nada le
puede hacer desgraciado (Mark Twain, seudónimo de Samuel Langhorne
Clemens, escritor estadounidense, 1835-1910).
La
felicidad general de un pueblo descansa en la independencia
individual de sus habitantes (José Julián Martí, escritor cubano,
1853-1895).
No
tenemos más derecho a consumir felicidad sin producirla, que a
consumir riqueza sin producirla (George Bernard Shaw, escritor
irlandés, 1856-1950).
La
felicidad en esta vida consiste en tener algo que hacer, alguien a
quien amar y algo que esperar (Rabindranath Tagore, filósofo indio,
1861-1941).
El
verdadero secreto de la felicidad, consiste en exigir mucho de sí
mismo y muy poco de los demás (Albert Guinon, dramaturgo francés,
1863-1923).
La
felicidad no existe en la vida; sólo existen los momentos felices
(Jacinto Benavente, dramaturgo español, 1866-1954).
El
secreto de mi felicidad está en no esforzarme por el placer, sino en
encontrar el placer en el esfuerzo (André Gide, escritor francés,
1869-1951).
La
felicidad tiene los ojos cerrados (Paul Valéry, poeta francés,
1871-1945).
Quien
busca la felicidad fuera de sí es como un caracol que caminara en
busca de su casa (Constancio Cecilio Vigil, escritor uruguayo,
1876-1954).
No
permitas que tu felicidad dependa de alguien porque no siempre esa
persona será como crees (Albert Einstein, físico alemán,
1879-1955).
No
se disfruta verdaderamente la propia felicidad cuando falta la de los
otros
(Georges
Bernanos, escritor francés, 1888-1948).
La
felicidad consiste en ser un desgraciado que se siente feliz (Ramón
Gómez de la Serna, periodista español, 1888-1963).
Si
quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como
recompensa y no como
fin (Antoine de Saint-Exupéry, escritor francés, 1900-1944).
Hay
dos maneras de conseguir la felicidad: una, hacerse el idiota, otra
serlo (Enrique Jardiel Poncela, dramaturgo español, 1901-1952).
Felicidad
es la certeza de que nuestra vida no está pasando inútilmente
(Érico Veríssimo, escritor brasileño, 1905-1975).
No
existe la felicidad. A lo largo de la vida hay briznas de dicha que
se deshacen como pompas de jabón (Miguel Delibes, escritor
español, 1920-2010).
He
aprendido: que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña,
sin saber que la verdadera felicidad, está en la forma de subir la
escarpada (Gabriel García Márquez, escritor colombiano, 1928- ).
El
agua de la felicidad no se nos da en vasos, sino en la palma de la
mano (anónimo).
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