El
más elevado tipo de hombre es el que obra antes de hablar, y
practica lo que profesa (Confucio, filósofo chino, 551-479 a. C.).
La
obra humana más bella es la de ser útil al prójimo (Sófocles,
dramaturgo griego, 496-406 a. C.).
El
galardón de las buenas obras es haberlas hecho. No hay otro premio
digno (Séneca, filósofo latino, 4 a. C.-65 d. C.).
No
acometas obra alguna con la furia de la pasión: equivale a hacerse a
la mar en plena borrasca (Thomas Fuller, historiador inglés,
1608-1661).
Por
su obra se conoce al artesano (Jean de la Fontaine, escritor francés,
1621-1695).
No
admitir corrección ni consejo sobre la propia obra es pedantería
(Jean de la Bruyère, ensayista francés, 1645-1696).
Obra
siempre de modo que tu conducta pudiera servir de principio a una
legislación universal (Immanuel Kant, filósofo alemán, 1724-1804).
El
hombre que pretende obrar guiado sólo por la razón, está condenado
a obrar muy raramente (Gustave Le
Bon, psicólogo francés,
1841-1931).
El
único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus
obras (José Julián Martí,
escritor cubano, 1853-1895).
Obra
de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la
eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir
(Miguel de Unamuno, filósofo español, 1864-1936).
Nuestra
tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar
obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a
las personas a Dios (Madre Teresa de Calcuta, misionera yugoslava,
1910-1997).
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