Si
no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la
búsqueda de la paz (Confucio, filósofo chino, 551-479 a. C.).
La
paz es conveniente al vencedor y necesaria al vencido (Séneca,
filósofo latino, 4 a. C.-65 d. C.).
Mucha
paz tendríamos si en los dichos y hechos ajenos que no nos
pertenecen, no quisiéramos meternos (Tomás de Kempis,
escritor alemán, 1379-1471).
La
paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa (Erasmo de
Rotterdam, escritor holandés, 1466-1536).
La
primera condición para la paz es la voluntad de lograrla (Luis
Vives, humanista español, 1492-1540).
Que
el hacer paces también suelen ser triunfos de guerra (Pedro Calderón
de la Barca, dramaturgo español, 1600-1681).
Si
no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera
(François de la Rochefoucauld, escritor francés, 1613-1680).
No
se puede lograr la paz mediante la violencia; solo se puede lograr a
través de la comprensión (Ralph Waldo Emerson, poeta
estadounidense, 1803-1882).
La
felicidad no es fruto de la paz; es la paz misma (Alain, seudónimo
de Emile Chartier, filósofo francés, 1868-1951).
No
hay caminos para la paz, la paz es el camino (Mahatma Gandhi, líder
indio, 1869-1948).
Hay
algo tan necesario como el pan de cada día y es la paz de cada día;
la paz sin la cual el mismo pan es amargo (Amado Nervo, poeta
mexicano, 1870-1919).
Cuando
me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de
la bomba atómica, yo sugerí la mejor de todas: la paz (Albert
Einstein, físico alemán, 1879-1955).
La
paz comienza con una sonrisa (Madre Teresa de Calcuta, misionera
yugoslava, 1910-1997).
Si
quieres hacer las paces con tu enemigo, tienes que trabajar con él,
entonces se vuelve tu compañero (Nelson Rolihlahla Mandela, político
sudafricano, 1918- ).
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