La
justicia no espera ningún premio. Se la acepta por ella misma. Y de
igual manera son todas las virtudes (Cicerón, escritor romano,
106-43 a. C.).
La
justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal
en su carrera (Horacio, poeta romano, 65-8 a. C.).
Justicia
sin misericordia es crueldad (Santo Tomás de Aquino, filósofo
italiano, 1225-1274).
La
justicia es la constante disposición de la voluntad de dar a cada
uno lo suyo (Santo Tomás de Aquino, filósofo italiano, 1225-1274).
Desterrada
la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también
la libertad que está unida a ella y vive por ella (Luis Vives,
humanista español, 1492-1540).
Donde
hay poca justicia es un peligro tener razón (Francisco de Quevedo y
Villegas, escritor español, 1580-1645).
La
justicia sobre la fuerza es la impotencia; la fuerza sin justicia es
tiranía (Blaise Pascal, filósofo francés, 1623-1662).
Una
cualidad de la justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla
esperar es injusticia (Jean de la Bruyère, ensayista francés,
1645-1696).
La
justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella
(François René de Chateaubriand, escritor francés, 1768-1848).
La
justicia es la reina de las virtudes republicanas y con ella se
sostiene la igualdad y la libertad (Simón Bolívar, militar
venezolano, 1783-1830).
¿Por
qué no tener confianza en la justicia del pueblo? ¿Hay en el mundo
esperanza mejor o que pueda igualarla? (Abraham Lincoln,
político estadounidense, 1809-1865).
Cuando
un hombre pide justicia, es que quiere que le den la razón (Santiago
Rusiñol i Prats, pintor español, 1861-1931).
Ganamos
justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria
(Mahatma Gandhi, líder indio, 1869-1948).
El
brazo del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia
(Martin Luther King, religioso estadounidense, 1929-1968).
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